La primera medida de actuación en la atención a un accidentado inconsciente es llamar a los servicios médicos, después empezaremos con el protocolo establecido:
No hará falta seguir explorando sus signos vitales ya que esto indica que su corazón funciona. Debemos colocar al accidentado en Posición Lateral de Seguridad (PLS). Si tiene algún traumatismo NO hay que moverlo. Hasta que lleguen los servicios de emergencia debemos seguir vigilando sus signos vitales.
Inmediatamente colocaremos al herido estirado mirando hacia arriba, en posición de decúbito supino. Posteriormente procederemos a la hiperextensión del cuello del paciente, desplazándole la mandíbula hacia delante y abriéndole la boca (maniobra frente-mentón), con esto impedimos que la lengua obstruya la vía de entrada de aire. Utilizaremos la respiración artificial, o boca-boca. Con una mano en la frente del paciente y con dos dedos de la misma mano le pinzaremos la nariz. Con la otra mano le abriremos la boca y se la sellaremos con nuestros labios insuflando durante dos segundos. Comprobamos la existencia o no de pulso, a través del pulso carotídeo, que es el más fácil de localizar.
- Si hay pulso: Seguiremos con la respiración artificial.
- Si NO hay pulso: Existirá por tanto parada cardiorrespiratoria y será necesaria la reanimación cardiopulmonar (RCP):
- Colocar al paciente en una superficie dura.
- Localizar el tercio inferior del esternón y colocar el talón de nuestra mano sobre él, la otra mano irá encima de la otra.
- Con nuestros dedos estirados y los brazos perpendiculares al punto de contacto con el esternón, ejerceremos compresión, directa sobre el tórax, consiguiendo que se deprima unos 4-5 cm.
- El masaje cardíaco siempre irá acompañado de la respiración boca-boca. El ritmo es de 30 compresiones torácicas seguidas por dos insuflaciones y con un ritmo de 100 compresiones por minuto (Consejo Europeo de Resucitación).
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